Eva Rosell, CEO de Barcelona Health Hub, exploró junto a naifman el futuro de la salud en España, así como el rol que juegan sus startups y empresas miembro en la industria y el papel crucial de Health Revolution Congress para el sector, entre otros temas.
Con su enfoque innovador y su compromiso con la vanguardia tecnológica en el ámbito de la salud, Barcelona Health Hub se ha convertido en un epicentro vital para la transformación digital en este sector. Bajo la dirección de Eva Rosell, CEO de la organización, este dinámico ecosistema reúne a más de 500 miembros, que van desde startups emergentes hasta importantes instituciones sanitarias, universidades y corporaciones. ¿Su misión? Acelerar la adopción y el desarrollo de soluciones digitales que impulsen la eficiencia y la calidad en la atención médica.
En el corazón de este movimiento se encuentran las startups, claves para impulsar avances significativos en salud digital. Sin embargo, enfrentarse a un mercado tan regulado como el sanitario presenta desafíos únicos. En esta entrevista, exploraremos cómo Barcelona Health Hub facilita el camino para estas empresas emergentes, así como los obstáculos que enfrentan y cómo pueden superarlos.
Además, con la próxima edición de su congreso, Health Revolution Congress, a la vuelta de la esquina, surge la oportunidad de reflexionar sobre el impacto de eventos como este en la promoción de la innovación en salud.
Descubre a continuación una interesante visión sobre cómo se está transformando el panorama sanitario a nivel público y privado, y cómo Barcelona Health Hub trabaja para alinear las necesidades del sector con los avances tecnológicos, uniendo innovación y regulación para forjar un futuro más digital.
¿Cuál es la misión principal de Barcelona Health Hub en el sector de la salud digital?
Primero que nada, nosotros nacimos en octubre del 2018 en el Recinte Modernista de Sant Pau, un entorno francamente privilegiado y Patrimonio de la UNESCO. Se trata de un antiguo hospital, con lo cual nuestro discurso es que estamos en “un hospital del pasado, pero pensando en la salud del futuro”. Empezamos aquí con solamente un pabellón, 1.000 metros cuadrados y cinco startups; y ahora tenemos más de 5.000 metros cuadrados, cuatro pabellones -con un quinto en obras-, y 330 startups en nuestro ecosistema, con más de 60 de ellas y 500 empleados trabajando aquí.
Somos un hub de Digital Health -y no Biotech-, porque aquí nada de lo que hacemos está relacionado con laboratorio, con moléculas, etc. Para esto ya existe el Parc Científic de Barcelona, y allí es donde están preparados para que pasen estas cosas.
Con el Hub yo siempre digo que nuestra misión principal es hacer que todo funcione. Somos conectores desde que nos levantamos por la mañana, hasta que nos vamos a dormir. Y tenemos que hacer que los cuatro pilares tan importantes en nuestra asociación, que son startups; inversores de salud; corporaciones, como la industria farmacéutica, aseguradora y tecnológica; e instituciones, como los hospitales, estén en continuo movimiento, conociéndose e intentando hacer “match”.
Con respecto a las startups, ¿de qué manera les ayudáis desde Barcelona Health Hub a facilitar su entrada en un mercado tan regulado como el sanitario?
El músculo principal de la asociación lo marca el hecho de que las cinco startups que empezaron en 2018 continúan activas. De estas cinco, tres han recibido una ronda de inversión entre 10 millones y 11 millones de euros en el último año y medio, mientras que la cuarta ha hecho un exit y la quinta continúa con nosotros aquí en el hub.
Principalmente, a nosotros nos preocupaba mucho acortar el tiempo de las validaciones clínicas. A diferencia de otras startups, las del sector de la salud tienen que tener sus proyectos validados clínicamente. Por ejemplo, puedes tener un symptom checker que a través de Inteligencia Artificial te diga lo que te ocurre, pero aunque eso suene genial, se tiene que validar. Y tal y como está montada la administración, estas validaciones pueden tardar dos años en realizarse. En las startups, en dos años, puede pasar absolutamente de todo. Por eso, desde el hub estábamos obsesionados con acortar ese proceso a nueve meses, y para ello, creamos el comité de gobernanza con el Hospital de Sant Pau, nuestro gran partner con el que trabajamos conjuntamente para que la tecnología entre en el sector sanitario. Así, estamos consiguiendo que se validen proyectos en nueve meses.
Ese es un ejemplo de los más prácticos a través de los cuales ayudamos a las startups del hub, pero también trabajamos para conectarlas con las grandes corporaciones de la industria farmacéutica, aseguradora y tecnológica, a través de las múltiples jornadas, hackathons y challenges que hacemos.
¿Cuáles son los principales desafíos que sortean las startups de salud digital en su desarrollo comercial y cómo pueden superarlos?
Hay una cosa que yo creo que es un estándar de muchas startups, que es que piensan su modelo de negocio, su roadmap y su business plan, pero no piensan nunca quién va a vender el proyecto. La parte comercial la obvian. Yo, como soy comercial de toda la vida, siempre digo que está muy bien tener un backend, un frontend, un software que funciona, un symptom checker, una inteligencia artificial, etc., pero es necesario preguntarse quién va a ir a contárselo al Hospital Vall d’Hebron, o quién va a ir a Sant Joan de Déu a hablarle sobre ese proyecto que estás haciendo de oncología infantil que es muy potente. Superar ese primer desafío es clave.
A raíz de lo anterior, nos pasó que habían muchas instituciones no ligadas al sector que se acercaban a Barcelona Health Hub a ofrecer sus servicios de consultoría porque querían vendérselos a nuestra comunidad de más de 500 miembros. Y entonces decidimos crear una división que les permite ser proveedores dentro del ecosistema y acceder a nuestro porfolio de startups para ayudarles, entre otras cosas, a vender sus servicios.
Al final, nosotros no somos ni una incubadora ni una aceleradora, porque no tenemos esa vocación. Somos una asociación privada sin ánimo de lucro que acompañamos y ayudamos a las startups a desarrollarse. Por ejemplo, el Barça Innovation Hub en el último año ha integrado dos startups de nuestro Hub en su plan con todas las secciones del equipo. Les hemos ayudado en el momento en que el Barça ha dicho “Eva, necesitamos a alguien que sepa de medicina genética”.
¿Qué factores crees que han hecho de Cataluña un entorno privilegiado para el desarrollo de la industria de la salud digital?
Es una buena pregunta, pues las 330 startups con las que trabajamos vienen de todas partes de España y el mundo: Valencia, Sevilla, Madrid, Colombia, Estados Unidos, México, etc. Tenemos un ámbito absolutamente internacional, aunque sí que lo local “tira más”, porque es donde hay más volumen.
Creo que en Cataluña se juntan muchísimas cosas que potencian el sector. Por un lado, tenemos hospitales de referencia; por otro, en el ámbito tecnológico, en cuanto a startups, estamos 2 ó 3 en el ranking europeo; luego, hay institutos catalanes de investigación y de biomédica muy importantes; y finalmente, aquí hay muchísimo talento. Todo eso, hace que la comunidad de la salud digital aquí crezca año tras año. Por eso es que hay grandes corporaciones como AstraZeneca intentando montar un hub en Barcelona y no en otro sitio.
Y para reunir a toda la industria, el próximo 16 de mayo celebraréis una nueva edición de Health Revolution Congress. ¿Qué papel juega el congreso en la promoción de la innovación en el sector de la salud y qué podemos esperar para este año?
Nosotros venimos de hacer congresos más pequeños, que los llamábamos #BHHSummit, pero el año pasado decidimos hacer uno de los eventos más importantes de salud a nivel europeo, donde convocamos 1.500 personas y más de 60 speakers internacionales. Entonces este año quisimos hacerlo en casa y con nuestro afán de aglutinar el ecosistema.
En Barcelona no solamente de salud hablamos nosotros, sino que hay instituciones que llevan mucho tiempo haciéndolo, como puede ser Biocat y CataloniaBIO & HealthTech. Entonces, haremos una cosa insólita que no ha pasado nunca: por un lado, vamos a tener un main stage, que es el de Barcelona Health Hub, donde vamos a tener ponencias en torno a la innovación y la salud desde un enfoque muy técnico, presentando un informe en primicia de la mano de la Generalitat; Y luego, tendremos todo un auditorio donde estarán “las batas blancas”, es decir, los médicos que están pensando en innovación. Por primera vez juntaremos a “las batas blancas” y a los “techies” en diferentes escenarios para explicar el futuro de la salud digital.
En el evento presentaremos también 12 retos de la industria farmacéutica, aseguradora y hospitalaria, a los cuales las startups se podrán apuntar. De hecho, ya hay más de 100 startups apuntadas al Open Innovation Challenge del Health Revolution Congress. Por otro lado, tendremos 40 booths con 40 startups, quienes estarán presentes todos los días en el evento para conocer y conectar con gente del sector.
Finalmente, hay una hackathon de Sanofi, un pitch competition de AstraZeneca y muchas otras actividades con speakers internacionales y más de 1.500 asistentes. Los animamos a todos a venir.
Hablando de actualidad en materia de salud digital, ¿cómo calificaría el nivel de madurez digital que ostenta la sanidad pública en España?
Bajo, muy bajo. Este es nuestro gran problema. A veces, se nos ve como una amenaza a los tecnólogos de la salud, y la pandemia del COVID dejó en evidencia que podemos ser un aliado. Por ejemplo, tenemos el caso de una startup de aquí que facilitó todos sus recursos, software y hardware, para que a través de un symptom checker los pacientes pudieran acceder a un cribaje de 14 preguntas y así evitar el colapso en urgencias.
Necesitamos cambiar el mindset de la salud en España. La próxima revolución industrial será la de la salud digital. Y si la tecnología no entra en los hospitales públicos y en la administración, las cosas no cambiarán, porque está demostrado que cada vez hay más población, más pacientes cronificados, la esperanza de vida es mayor y, encima, queremos jugar al paddle con 80 años, con lo cual todo esto es imposible de sostener.
Siempre pongo el ejemplo de donde yo vivo. En Hospitalet de Llobregat, muy cerca de La Rambla, no paran de hacer edificios y comunidades de más de 300 pisos. O sea que la población aumenta con los mismos médicos, de los cuales se nos van a jubilar más del 40% en los próximos diez años.
Es imperativo propiciar un cambio. Hay hospitales, como es el caso del Hospital de Sant Pau, donde estamos nosotros, donde ya están introduciendo tecnología en muchos procesos para mejorarlos.
¿Y qué acciones lleva a cabo Barcelona Health Hub para alinear la necesidad del sector público con los avances tecnológicos?
Nosotros somos conectores. Nos pasamos el día conectando a la industria farmacéutica, la industria aseguradora, las tecnológicas y el sector público. Desde Vodafone, Oracle, Siemens Healthcare, todos quieren conocer a las startups para ver cómo pueden llevar a cabo diversos proyectos.
Lo curioso es que en el hub tenemos casos de éxito de startups que están trabajando en más de 30 países y no están trabajando en el nuestro. Les pides un ejemplo de un hospital aquí en España y les cuesta encontrarlo. Pues, ahí hay algo que no funciona y debemos resolver. Y al final nosotros somos un canal de ayuda y una palanca para dar a conocer a todo este ecosistema entre privados y públicos.
Finalmente, Eva, ¿cómo vislumbras el futuro de Barcelona Health Hub en los próximos años?
Nosotros queremos que el hub evolucione hacia una expansión nacional. O sea, no quedarnos solamente en Barcelona, sino ir a otras ciudades de España, porque hay startups de salud digital en otros sitios que están esperando nuestra ayuda para hacer esa conexión con los hospitales de alrededor. Para eso es necesario moverse. Nosotros no estamos en el Recinto Modernista porque sí, sino porque realmente lo buscamos. No podemos hablar de salud y medicina y no tener un hospital de referencia cerca o un médico que se acerque a hablar con los startuperos. Si esto no fuese vital para el desarrollo del sector, ya nos hubiéramos ido a cualquier coworking. Esta mentalidad es clave para expandirnos.
Por otro lado, seguiremos trabajando para que todos nuestros socios y startups lleguen a buen puerto y den rodaje a sus proyectos, a la vez que intentaremos cambiar la administración y la burocracia para que se empiece a incorporar cada vez más tecnología en el sector de la salud en España.
Y finalmente -yo siempre acabo las entrevistas con la misma frase- seguir adelante con nuestra misión de mejorar la vida de las personas. Al fin y al cabo, se trata de eso. Porque seguramente ahora mismo en el Hospital de Bellvitge hay 100 personas en urgencias, y a lo mejor solamente tendrían que estar 20, ¿no? Y la tecnología podría hacer que esas 80 restantes estuvieran en su casa, tranquilas, esperando una llamada o a un asistente médico a través de telemedicina.